EFE / ELPAÍS.com - Londres - 08/07/2008
El Sínodo General de la Iglesia de Inglaterra, la corriente mayoritaria de los anglicanos en el Reino Unido, ha autorizado la ordenación de mujeres obispos, un asunto muy polémico que ha provocado una gran división en su seno entre liberales y conservadores.
Tras un maratoniano y apasionado debate de más de seis horas, los miembros del Sínodo General, reunido en York (norte de Inglaterra) desde el pasado viernes hasta este martes, votaron a favor de la ordenación de mujeres obispos. Esa Iglesia -que ordenó por primera vez mujeres en el sacerdocio en 1994- ya se comprometió hace dos años a aceptar la ordenación de mujeres obispos.
Prerrogativas para los tradicionalistas
Para complacer, pues, al sector más ortodoxo, el Sínodo General aprobó una moción que contempla la elaboración de un código de conducta que permita a las parroquias más conservadoras no tener contacto con las mujeres obispos.
Otras ideas avaladas por los conservadores se toparon con el rechazo del Sínodo, como la creación de varios "super-obispos" masculinos que atiendan las necesidades de las diócesis opuestas a que una mujer asista a determinados actos. Tanto Williams como Sentamu se manifestaron en la reunión de York a favor de alcanzar un acuerdo con los conservadores, a fin de evitar un posible cisma.
También expresaron su opinión algunas mujeres como Christina Rees, integrante del Sínodo y presidenta del grupo "Mujeres en la Iglesia" (WATCH, en sus siglas en inglés). "Hay mujeres muy capaces y muy experimentadas con un gran talento para la Iglesia que pueden utilizarse en nuestro ministerio de líderes en la Casa de los Obispos. Y estamos dejando pasar ese talento y esa experiencia", argumentó Rees.
La homosexualidad, el otro debate
La Iglesia de Inglaterra, cuya gobernadora suprema es la reina Isabel II, es la iglesia oficialmente establecida en el Reino Unido y la raíz de la Comunión Anglicana, que cuenta con unos 77 millones de fieles en todo el mundo.
El Vaticano: "Es un obstáculo para la reconciliación con los anglicanos"
El Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos consideró hoy que la ordenación de mujeres al Episcopado significa "un desgarro en la tradición apostólica mantenida por todas las Iglesias del primer milenio" y constituye "un obstáculo para la reconciliación entre la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra". Asimismo, añade que recibe la noticia "con amargura" y advierte de que "tendrá consecuencias para el diálogo, que hasta ahora había dado buenos frutos", como ya había explicado el cardenal Kasper, presidente de este Pontificio Consejo, el 5 de junio de 2006 cuando habló a todos los obispos de la Iglesia de Inglaterra invitado por el arzobispo de Canterbury. En este sentido, recuerda que el cardenal ha sido invitado una vez más por el arzobispo anglicano a presentar la posición católica en la próxima conferencia de Lambeth, que se celebrará a finales de julio.
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