abril 21, 2008

¡¡¡ CON GRAN ALEGRÍA LLEGAMOS A LA ENTRADA No. 100!!!"

Queridos cybernautas.
Hoy hemos llegado a la entrada número 100 de este blog Parole di Coraggio. Hace un año precisamente comencé en esta página a escribir y he anunciado algunas ideas, algunos videos, biografías, fallecimientos, entre otros.
Debemos agradecer a todas y todos aquellos que han leido, escuchado y/o comentado en este blog, y con motivo de esta festividad se mostrará en esta entrada un conjunto de videos, son una parte de la película "Il Sorriso di Dio", (La Sonrisa de Dios) la vida de Albino Luciani, Juan Pablo I, el hombre, el pastor, el cristiano al que yo admiro y que para mi es un motivo de ejemplo. Y más en este año que se cumplen los 30 años de Su elección como Pontífice Romano y su viaje a la Casa del Padre. Posteriormente hablaré más de él, ya que es en su honor que este blog se llama Parole di Coraggio, porque es algo que durante su vida predicaba y es lo que le dieron sus colegas cuando lo eligieron Papa. El Papa que cambió el estilo de llevar un pontificado, el que cambió el mundo en 33 días. Espero y ruego para que pronto lo veamos en los altares.
Es admirable cómo ha llamado a Dios "Dios es una Madre" y muchas veces el Gran Jefe actúa así. Pero bueno, no los entretengo para que vean los videos.
Gracias Señor por este año de blog y por llegar a la entrada No. 100.
Videos
Primera Parte
Segunda Parte
Tercera Parte
Cuarta Parte

abril 10, 2008

CUADROS DE UNA VIDA EPISCOPAL.


A continuación transcribo un fragmento de este artículo sobre Corripio Ahumada, escrito por Francisco María Aguilera González. El artículo completo está en: http://www.siame.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=2801&Itemid=22

CUADRO CUARTO

Puebla acogió por dos veces a Ernesto Corripio. Las primera ocasión en diciembre de 1930. Ernesto todavía un niño, contaba con once años.

Puebla tiene la vivencia paradójica de una tradición colonial y republicana, devota y liberal, criolla y mestiza. Es un poco como el espejo de un México, que parece llevar en su esencia misma una misteriosa contradicción, que a la vez lo enriquece y lo empobrece.

El seminario de Puebla, donde fue inscrito Ernesto como alumno de la Diócesis de Tampico, lleva con orgullo el titulo de perseguidor y perseguido de los jesuitas.

Puebla con su rica cultura, con sus artesanías, con el exuberante barroco de sus iglesias y sus conventos, con su clima benigno, con el horizonte majestuoso de sus volcanes, y la ilimitada extensión de sus llanuras, pobladas de magueyes, Puebla, tierra adentro era un paisaje y un hábitat totalmente diferente del que había alimentado los ojos y el alma de Ernesto en su infancia.

El Seminario Palafoxiano guarda una reserva fuerte tradición escolástica. En ese ambiente Ernesto, el seminarista, aprendió las humanidades clásicas y se inició en la filosofía. Allí se robusteció su devoción a la Eucaristía y a la Virgen María y se vigorizó su vocación al Sacerdocio. De ahí salió hacia mediados de 1935, a Roma, al Colegio Pio Latino Americano y a la Universidad Gregoriana.

Treinta y siete años después, en julio de 1967. Puebla recibía de nuevo a Ernesto Corripio Ahumada. Ahora venía de Oaxaca y esta vez ya no como alumno del Seminario Palafoxiano, sino como sucesor del Arzobispado Palafox y Mendoza, en la sede de la maravillosa Catedral, que bien pudo haber sido construida por los Ángeles que diseñaron la Ciudad.

Como Obispo venía ahora enriquecido con la experiencia de once años de ministerio en la Diócesis de Tampico y de nueve años de episcopado en la Arquidiócesis de Oaxaca. Pero esta vez su estancia en Puebla fue muy breve, apenas dieciséis meses. Con todo, el Arzobispo Corripio se ganó el corazón de los poblanos. No podía ser de otra manera: su adolescencia y su primera juventud se impregnaron de sabor a Puebla.

COMUNICADO DE LA CEM CON MOTIVO DEL FALLECIMIENTO DEL CARDENAL CORRIPIO AHUMADA


México, D.F., 10 abril de 2008

COMUNICADO

“Anunciar la buena noticia no es para mí motivo de orgullo,sino una obligación a la que no puedo renunciar” (1Cor 9,16)

Con pena comunicamos que el Sr. Cardenal Ernesto Corripio Ahumada partió a la casa del Padre el día de hoy, jueves 10 de abril, a las 5:30 de la mañana, en su casa, a causa de una trombosis. El cuerpo del Cardenal será velado en el Seminario Menor de la Arquidiócesis de México (Casa Huipulco, calle San Juan de Dios, no. 222, Villa Cárdenas, Tlalpan) a partir de hoy, y hasta el viernes a las 12 del día, hora en que será trasladado a la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, donde permanecerá hasta el medio día del sábado, para posteriormente ser trasladado a su última morada; la Catedral de la ciudad de México.

El cardenal Corripio nació en Tampico, Tamaulipas, el 29 de junio de 1919. Recibió la ordenación sacerdotal el 25 de octubre de 1942 en Roma. En 1945 comenzó a ejercer el ministerio sacerdotal en su ciudad natal. Fue ecónomo y vicerrector, así como profesor de filosofía y teología en el Seminario y después, secretario de la curia diocesana. S.S. Pío XII lo nombró Obispo Titular de Zapara y Auxiliar de Tampico el 27 de diciembre de 1952. Recibió la ordenación episcopal el 19 de marzo de 1953. Fue nombrado Obispo Titular de Tampico el 25 de febrero de 1956. S.S. Paulo VI lo nombró Arzobispo de Oaxaca el 25 de junio de 1967 y el 11 de marzo de 1976 lo trasladó a la Sede Episcopal de Puebla de los Ángeles. El 19 de junio de 1977 fue nombrado Arzobispo para la Sede Primada de México.

Fue presidente de la CEM en tres periodos distintos; consultor de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en la Curia Romana, Co-presidente de la III Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, Miembro de la Congregación para el Culto Divino, Clero, Educación Católica y de la Pontificia Comisión para América Latina. Miembro de la Comisión de Derechos Humanos del CELAM, y de la Comisión Económica y Administrativa de la Santa Sede. Como Arzobispo Primado de México, recibió a S.S. Juan Pablo II en sus 2 visitas apostólicas a México en enero de 1979 y mayo de 1990. Fue creado y publicado Cardenal de la Santa Iglesia por S.S. Juan Pablo II el 30 de junio de 1979. El 29 de septiembre de 1994 S.S. Juan Pablo II aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la Arquidiócesis Primada de México.

Recordamos al Cardenal Ernesto Corripio Ahumada como un hombre con talento y sensibilidad para impulsar las relaciones con el Estado mexicano. Fue un hombre de Iglesia, trabajó por ella, y desde su encomienda pastoral buscó responder, junto con su clero, a los retos que se presentaban al proyecto Evangelizador hacia el fin del milenio. Nos unimos en oración para pedir a Dios nuestro Padre por su eterno descanso con la esperanza de que ya esté gozando de su presencia.

Su servidor en Cristo,

Lic. Darío Ortiz Peña
Director de Prensa de la CEM

abril 08, 2008

GAROU. YOU CAN LEAVE YOU HAT ON (LIVE)

Garou confirma ser uno de mis favoritos cantantes, y con esta canción que es un clásico o tu qué opinas?

abril 05, 2008

GAROU. BELLE (FRANCÉS, INGLÉS, ESPAÑOL)

Me encanta esta canción, muy bien interpretada por Garou, en francés, inglés y español; qué opinas?

abril 02, 2008

HACIA EL PRIMER CONGRESO APOSTÓLICO MUNDIAL DE LA DIVINA MISERICORDIA.


El Domingo pasado leí una carta que escribió el Director del Centro Internacional de Difusión de la Divina Misericordia, el Padre Eugenio Lira Rugarcía, para el Semanario Koinonía, y me permito transcribirla en las siguientes líneas por su gran importancia.

He aquí la carta:

En dicho Congreso Mundial, reunidos como Iglesia, rogaremos al Señor nos ilumine con su Espíritu de modo que seamos capaces de ser verdaderos discípulos y misioneros suyos.

Por Pbro. Eugenio Lira Rugarcía

“Es verdaderamente maravilloso el modo cómo la devoción a Jesús misericordioso progresa en el mundo contemporáneo y conquista tantos corazones [1]” afirmaba el Papa Juan Pablo II.

Y eso, porque en esta devoción, siguen resonando en todo el mundo, a través de su Iglesia, las palabras, pronunciadas por aquel que, enviado por el Padre –creador de todas las cosas—, se encarnó por obra del Espíritu Santo para nuestra salvación: “Vengan a Mí todos los que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso” (Mt 11, 28).

En los cinco continentes es frecuente encontrar por todos lados la preciosa imagen de la Divina Misericordia. Muchos rezan la Coronilla, a las tres de la tarde se sumergen en la Pasión del Señor, hacen la Novena, celebran con devoción la Fiesta de la Divina Misericordia, leen el Diario de santa Faustina, y se esfuerzan, con el auxilio de la gracia de Dios, en profesar, proclamar, celebrar y practicar, de muchas maneras, la misericordia divina.

Por eso, representando a los millones de devotos del mundo, cerca de 7,000 personas, y 200 delegados oficiales se reunirán en Roma, para participar en el primer Congreso Apostólico Mundial sobre la Divina Misericordia, que se celebrará en el aula Paulo VI del Vaticano, del 2 al 6 de abril de 2008, con motivo del tercer aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios Juan Pablo II, el cual será inaugurado y clausurado por el Papa Benedicto XVI.

El objetivo de este Congreso será “mostrar claramente que la misericordia es el núcleo central del mensaje cristiano”, como ha señalado su presidente, el cardenal Christoph Schönborn, O.P, arzobispo de Viena, quien afirma: “Este mensaje promueve la paz en el mundo, entre los pueblos y las religiones. Ayuda a descubrir el verdadero rostro de Dios, además del verdadero rostro del ser humano y de la Iglesia”.

Gracias a Dios, el Centro Internacional de Difusión de la Divina Misericordia, fundado por el Excmo. Sr. Rosendo Huesca Pacheco, Arzobispo de Puebla, ha sido invitado a participar activamente en este Congreso. Con asombro y gratitud, además de haber sido convocado a la reunión preparatoria con representantes de los cinco continentes en mayo de 2007, he recibido la encomienda, por parte del Comité Central, de impartir una conferencia, que tendrá por tema: “la práctica de la misericordia según la enseñanza de Jesús para hoy”.

En dicho Congreso Mundial, reunidos como Iglesia, rogaremos al Señor nos ilumine con su Espíritu de modo que seamos capaces de ser verdaderos discípulos y misioneros suyos. “Porque esperamos encontrar en la comunión con Él la vida –ha dicho el Papa Benedicto XVI—, la verdadera vida digna de ese nombre, y por esto queremos darlo a conocer a los demás” [2]

Todo ha sido creado, sostenido y recreado por Dios. En Cristo, muerto y resucitado, el universo entero ha dado el salto evolutivo más importante y definitivo, alcanzando la plenitud sin fin. Por eso, escuchándole y sabiendo quién es Él y qué significa en nuestra vida, en la historia, y para el presente y el futuro de la humanidad y del cosmos entero, nos daremos cita en el Congreso Apostólico Mundial de la Divina Misericordia, para exclamar, en comunión con el Vicario de Cristo, lo mismo que san Pedro: “Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn 6,68-69).

¿Cómo ser hoy discípulos y misioneros de Cristo, Divina Misericordia?: dejándonos amar por Él –que en su Palabra y en sus sacramentos nos sale al encuentro—, para poder confiar en su amor indefectible, y así, amarnos rectamente a nosotros mismos, y amar a los demás, con un amor creativo, concreto y activo, escuchando, como dirigidas a nosotros, las palabras de Jesús a santa Faustina: “Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera la acción, la segunda la palabra, la tercera la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia” [3]

Implorando la ayuda de Dios, por intercesión de la Madre de la Divina Misericordia, de santa Faustina, y de todos los ángeles y santos, haciendo bien lo que nos toca, podremos escuchar del Señor, cuando llegue la hora, aquellas palabras de victoria: “¡Bien, siervo bueno y fiel!... entra en el gozo de tu señor” (Mt 25,21). Esto es lo que recordaremos, celebraremos y viviremos en el Congreso Apostólico Mundial de la Divina Misericordia, que les suplico encomendar en sus oraciones.

REFERENCIAS

[1] JUAN PABLO II, Homilía en la beatificación de Sor Faustina, 18 de abril de 1993.
[2] BENEDICTO XVI, Discurso inaugural a la V CELAM, Aparecida, Brasil, 13 de mayo de 2007, n. 3
[3] KOWALSKA Faustina, Diario la Divina Misericordia en mi alma, Op. Cit., n. 742.