noviembre 24, 2007

PARA TI ¿QUIÉN ES TU REY?


La Fiesta que celebramos este 25 de Noviembre de 2007 es la de Cristo Rey del Universo, de todo lo creado, es una festividad que a muchas personas puede significar algo importante. Para nuestra patria, este festividad nos recuerda la sangre derramada por muchos católicos en defensa de la fe, cuyo grito era: “¡Viva Cristo Rey!; pero esta celebración ¿de dónde proviene?

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI en 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey, esto fue mediante la encíclica “Quas Primas”. Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin.

A Cristo se le atribuye el reinado de todo lo creado, del universo, pero ¿cuántos de nosotros realmente lo consideramos así, como un Rey? Para empezar, me gustaría que pensaras qué es un rey para ti, sus atributos, lo que debe ser, lo que esperas de él; quizá la respuesta sea inducida por lo que sabemos de nuestras clases de Historia, pero resulta que Cristo como Rey no se parece a estos conceptos, si bien algunos consideran que este reinado es un tanto absolutista, o sea, solo Él y sus deseos, me atrevo a decir que no es así, ya que su reinado se funda en el amor, ama a sus seguidores al extremo, aunque luego los que nos llamamos “seguidores” no le amemos como debiéramos.

Razones por las cuales Cristo debería ser tu Rey.

Cristo como Rey es un soberano noble, amoroso, misericordioso, que vela siempre por la justicia y la paz, no es sanguinario, pero su corona en un principio no fue incrustada de joyas ni fue de metales preciosos, y no se elevó por sus seguidores en un trono o silla en hombros, sino que esa corona tenía espinas y se elevó en una cruz, signo que hasta ese momento era considerado como algo de maldad y que con este hecho se convirtió en un signo de amor.

¡Qué diferencia con respecto a las imágenes de Cristo Rey actuales! Lo vemos con una corona bellamente decorada, con ropajes lujosos y sobre un trono, quizá se encuentra así, pero por amor a la humanidad sigue llevando esa corona de espinas y sigue cargando esa cruz; ¿y por qué lo hace?, simplemente por amor, y cada espina, cada peso de la cruz es por todo aquello que hacemos y que quizá no está bien, como el guardar rencores, odios, ofendamos a nuestro prójimo etc., podría enlistar muchas actitudes, pero cada quien sabe cuáles le pondría.

Este rey todavía nos espera con los brazos abiertos, desde la cruz o desde su trono a que regresemos a su regazo, ya que tu nombre, el mío, y el de todos están escritos en Su Corazón, sufre y se alegra con nosotros, está siempre a nuestro lado, dándonos ese aliento que quien sabe de donde sale luego y que permite que realicemos actividades que no teníamos planeadas para realizar, nunca nos abandona y si parece que lo hizo, te he de decir que no es así, que parece haberte dejado solo porque busca que tú aprendas algo, aquello que te va a servir en un futuro. Es un Rey que no convive con su pueblo solo para que digan que es bueno, o para salir en los medios, es el Soberano que ha elegido permanecer con los suyos mediante la Eucaristía, en cada Sagrario de los templos, oculto o expuesto, esperando a que cada uno llegue a contarle lo que le pasa, lo bueno, lo malo, es un rey que siempre está dispuesto a dar audiencias sin necesidad de citas con meses de anticipación.

En fin podría enumerarte más razones por las cuales Cristo es una buena opción para que sea tu Soberano, y no otros como los excesos, los vicios, y todo aquello que a final de cuentas te deja solo. Con Cristo eso nunca pasará.

Sé que es difícil creer que en estos tiempos Cristo está contigo cuando todo parece perdido, cuando existen desgracias sobre las desgracias, pero tan solo piensa en la vida de todos aquellos que han dado su vida al servicio de la fe, desde los primeros apóstoles y discípulos hasta los sacerdotes, religiosas y laicos que son perseguidos por causa de su fe en nuestros tiempos, no olvidando que hace menos de un siglo en nuestra patria dieron su vida, como el Padre Pro, Anacleto González, el niño José Luis Sánchez Del Río, Cristóbal Magallanes entre otros. Pienso que en el momento del martirio pudieron haber dejado todo, pero no lo hicieron, porque sabían que su Soberano estaba con ellos y que en Su Reino ya tenían un lugar.

Te recomiendo leer la vida de los personajes anteriormente citados, te sorprenderás, además, puedes elaborar un compromiso con el Rey, atendiendo los sacramentos, haciendo apostolados, etc. Que esta fiesta de Cristo Rey no pase en vano.

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