octubre 11, 2007

HACE UN AÑO...


Estimados cybernautas:

Gracias por visitar mi blog y me gustaría compartir contigo mi experiencia. El pasado 7 de Octubre cumplí un año de un proyecto: el de Reportero Juvenil del Semanario Koinonia de la Arquidiocesis de Puebla, México. Un año de penas, trabajos, pero también de alegría y bastante satisfacción.

Fue el 7 de Octubre de 2006 el día de la primera reunión y presentación, el día en que la Segunda Generación de Reporteros Juveniles ingresó al Semanario. ¿Tenía dudas y temores? Por supuesto, creo que no era fácil para mi, un estudiante de Ingeniería Industrial que solo sabía de escribir unos ensayos del Bachillerato, de los cuales, varios fueron ganadores, como el de "Herbolaria: el arte de curar con plantas" representó a la zona escolar en el concurso regional de ensayos de la ciencia, en el área de Biología, y un ensayo de: "Las Generaciones de Derechos Humanos, la lucha de la humanidad" representó a la zona ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos". Era mi única experiencia, nunca había aparecido publicada una obra mía, o una opinión. Dado esto tenía dudas, temores de qué sería lo que el Gran Jefe me tenía deparado.

Mi historia comienza desde que leía el semanario, se me hacía algo interesante de participar, y un día salió una convocatoria para nuevos reporteros en apostolado (he de aclarar que antes ya había reporteros y que esto es apostolado simplemente, no implica remuneraciones económicas o algo por el estilo); entonces decidí enviar un artículo. Recuerdo que no tenía la mínima idea de qué cosa hablar, pensé en escribir de Juan Pablo II, o de algún Santo, pero entonces recibí una especie de mensaje, de esas cosas que uno no sabe ni qué, pero empezé a escribir sobre Cristo, su Cruz, cómo esa Cruz está actualmente y lo que cada uno carga. Así escribí, le dí un formato especial, coloqué algunas imágenes y titulé al artículo "La Cruz de Cristo y la nuesta". Eso fue en Agosto de 2006, y llevé a las oficinas de Koinonia el trabajo. Nunca pensé lo que pasaría.

A finales de Septiembre, exactamente el día 23 recibí un e-mail donde me fue informado que había sido seleccionado como reportero juvenil. El domingo siguiente salió publicada la lista de los nuevos integrantes y los requisitos: una carta de recomendación del párroco. La carta la pedí a un Padre (Padre Gilberto) con el que colaboraba en Litúrgia en mi Parroquia y otra a mi confesor, que era el Vicario de la comunidad (Padre Roberto) . Ambos me la dieron, así que llevé dos cartas en esa ocasión, algo que significó para mi, no por el hecho de presumir que dos Pastores me recomendaban, sino que había confianza en mí. A estos Padres les agradezco esa confianza; ya no están en mi comunidad, al Padre Gilberto ya le asignaron una Parroquia y entonces el Padre Roberto tomó la misa, e integró a más gente al equipo, para realizar todo lo que conlleva la Liúrgia; pero el pasado 7 de Octubre fue su último día en la comunidad, le dieron otra misión. Ambos están siempre en mis oraciones y los recuerdo con cariño, ya que me enseñaron muchas cosas y me dieron buenos consejos.

A un año de esos sucesos de Koinonia, he de decir que he madurado, no solo en mi fe, sino en mi forma de expresarme, me ha dado la oportunidad de conocer a más personas, empezando por los Reporteros Juveniles, y a otras personas: sacerdotes, niños, jóvenes, adultos. Aunque no han sido tantos, me ha parecido maravilloso el tratarlos. Doy Gracias a Dios por esta oportunidad de realizar un apostolado distinto a los comunes, saber que aunque sea un poco puedo colaborar con mi entorno, por escribir de diversos temas: drogas, cultura, de grandes personalidades como Juan XXIII (el primer artículo mio publicado en Koinonia), Juan Pablo I y Juan Pablo II, lugares como San Juan de los Lagos, entre otros tantos. Algunos de ellos los puedes leer en este blog, solo visita los meses.

Actualmente la página juvenil se está renovando, estamos realizando encuestas, visitando grupos de jóvenes, como lo hemos hecho con Familias de Nazareth, Juventud Misionera; también visitamos a los niños de la Parroquia de la Inmaculada Concepción Chigmecatitlán, Puebla, entre otras actividades.

Así que no me queda más que invitarte a visitar más mi blog, y escribirme a:


O agregame al messenger y platicamos.

Nuevamente agradezco a Dios y a todos aquellos que intervinieron por esta oportunidad.

2 comentarios:

Abraham Siloé R. dijo...

Hey:

Gracias por la remembranza: ya no me acordaba. ¡Que pena! Pero como dice Platón: recordar es conocer.

Así, que en enhorabuena!!
Felicdades a tí, y a todos los reporteros.

Abraham Siloé R. dijo...

Incluyendome, jejejeje